A solo 10 horas de la capital, Ayacucho sorprende. Hace tiempo quería darme una vuelta y descubrir sus pueblitos y paisajes, pues vistarlos no debería ser solo cosa de «semanas santas».
A solo 10 horas de la capital, Ayacucho sorprende. Hace tiempo quería darme una vuelta y descubrir sus pueblitos y paisajes, pues vistarlos no debería ser solo cosa de «semanas santas».